Ya que el silencio es el mayor poema que existe, puesto que ninguna palabra o verso es realmente fundamental, el poema no puede evitar la indeterminación. En sí misma, la escarbadura del poema trabaja en dos direcciones opuestas, pues pugna por alcanzar así como por borrar el significado extraído. De esta forma se equilibra en un idioma de doble filo y lo imita en su naturaleza profunda para ser el nombrador y el simultáneo desnombrador de cosas, el contador y el ocultador de proezas, un iceberg aleatorio que ofrece al día sólo la punta mientras se va derritiendo bajo el agua.
Horácio Costa
"Seis puntos para el próximo poema"
Fracta
Antología poética
(FCE, México, 2009)