Me niego a pensar que la historia consagre a contadores de trivialidades o a falsos profetas de lo cool, esa bruma inocua que lo recubre todo de banalidad multicolor. ¿Puede la civilización vivir sin artistas ni escritores que escarben en sus entrañas? Tal vez por un tiempo, pero no indefinidamente. La única forma de no ser un pesimista cultural es confiar en que así sea.
Carlos Granés
El puño invisible: arte, revolución
y un siglo de cambios culturales
(Ed. Taurus, México, 2011)