viernes, 24 de diciembre de 2010

A pesar de que la época reniegue...

Desde el día en que escribí mis primeros versos, me juré que, siempre y en todas partes, honraría con mis escritos el secreto divino y la santidad humana. A pesar de que nuestra época, con burla, ferocidad e indiferencia, reniegue de estos valores supremos de nuestra vida...

Franz Werfel
en el prólogo a La canción de Bernardette
citado en:
Patrizia Runfola
Praga en tiempos de Kafka
(Ediciones B, Barcelona, 2006)

martes, 21 de diciembre de 2010

En el margen de lo que no...

En mi opinión, todo lo real es fantástico o, por decirlo de un modo más preciso, todo lo real es inquietante. La percepción de lo real, en la que intervienen los sentidos, no abarca todo lo real. El margen de lo que no se sabe o, mejor dicho, de lo que no se siente, es lo inquietante...

José Saramago
José Saramago en sus palabras
Edición y selección de Fernando Gómez Aguilera
(Alfaguara, México, 2010)

lunes, 13 de diciembre de 2010

Debería serlo, cómo chingados no...

¿La tristeza es un derecho humano? Si no es debería serlo. No entiendo este vacío, esta falta de ambición, este sentimiento huérfano de no tener a quien culpar de lo que ocurre...

Élmer Mendoza
La prueba del ácido
(Tusquets, México, 2010)

sábado, 11 de diciembre de 2010

La mayoría, si no es que todos...

Debemos recordar que la mayoría de los escritores sólo tiene su propia historia que contar (puede enmascararse de muchas formas, pero al final siempre emerge).

Phillip Lopate
Retrato de mi cuerpo
(Tumbona Ediciones, México, 2010)

martes, 7 de diciembre de 2010

El olfato de Philip Roth no falla...

La memoria, al igual que el sueño, toma de la densa corriente de acontecimientos ciertos detalles y, a veces, pequeñas cosas sin importancia; los atesora para, en un momento dado, hacerlos resurgir. Al igual que el sueño, también la memoria trata de dotar de cierto significado a esos acontecimientos.

Aharon Appelfeld
Historia de una vida
(Península, Barcelona, 2005)

domingo, 21 de noviembre de 2010

Para recordar algo de lo bueno...

Entre ciegos, él sabe
que nadie ofrece luz
como quien tiembla a oscuras.

Ida Vitale
"Leyendo a Jaime Sabines" (Fragmento)
Procura de lo imposible
(Fondo de Cultura Económica, México, 1998)

sábado, 20 de noviembre de 2010

La tan ardua y esquiva honradez...

La honradez de un espíritu crítico no se prueba en el elogio de lo semejante o en el trato con lo simpático, sino en el enfrentamiento con aquello que nos rebasa y nos repugna.

Christopher Domínguez Michael
El XIX en el XXI
(Sexto Piso, México, 2010)

viernes, 15 de octubre de 2010

De frente al canon literario...

Frente al canon sòlo hay tres opciones decorosas: preservarlo, estrecharlo o ampliarlo. (...) las virtudes que hacen canònicos a ciertos escritores no hay que buscarlas en los juicios de un crìtico sino en los placeres de un lector.

Rafael Rojas
Un banquete canònico
(FCE, Mèxico, 2000)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Sobre juegos perversos...

Las relaciones entre la retórica y la moral son inquietantes: es turbadora la facilidad con que el lenguaje se tuerce y no lo es menos que nuestro espíritu acepte tan dócilmente esos juegos perversos.

Octavio Paz
El mono gramático
(Galaxia Gutemberg, Barcelona, 1998)

martes, 28 de septiembre de 2010

Una especie de necedad...

El recuerdo, [...] es para mí a menudo como una especie de necedad. Da pesadez de cabeza, vértigo, como si en vez de mirar hacia atrás a través de las alineaciones del tiempo uno estuviera observando la Tierra desde muy alto, subido en una de esas torres que se alzan al cielo hasta perderse.

W. G. Sebald
Los emigrados
(Debate, Barcelona, 1996)

viernes, 24 de septiembre de 2010

Una simpleza aparente...

Pero nosotros los lectores sabemos que una historia mala si está bien escrita da un libro bueno, así como una historia buena si está mal escrita da un libro malo.

Rubem Fonseca
El agujero en la pared
(Cal y arena, México, 2009)

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Escrupulosamente...

No sé por qué la gente se avergüenza de mostrar ante los demás su atracción por otro ser humano, la atracción natural más tierna y más potente. Se muestran orgullosos o indiferentes y no se les ocurre -sobre todo, si son jóvenes- que Dios ha medido escrupulosamente cada uno de los granos de arena en el reloj de nuestras vidas y que cada segundo de amor desaprovechado se hunde irremisiblemente en la nada.

Angel Wagenstein
El Pentateuco de Isaac
(Libros del Asteroide, Barcelona, 2008)

lunes, 13 de septiembre de 2010

Por ley de probabilidad...

Somos peligrosos por naturaleza, bajos, ruines. Por eso hemos construido tantas teorías y tantas religiones en donde estamos en el centro de la creación y en donde se alaba nuestra presencia: porque la verdad es otra y necesitamos mentirnos para poder sobrevivir. Lo cierto es que no progresamos, que no estamos construyendo un mundo mejor. El futuro significa grandes condensaciones de riqueza en una franja mínima de la población, y multiplicación de pobreza para la gran mayoría. Por ley de probabilidad, los hijos de los hijos de nuestros hijos serán indigentes. Ésa es la única certeza...

Mario Mendoza
Buda Blues
(Seix Barral, Barcelona, 2010)

viernes, 10 de septiembre de 2010

Absolutamente todos...

Todos ocultamos algo. Todos nosotros. Los mejores, nuestros iguales y también aquellos que no han tenido nuestras ventajas. A nadie le gusta revelar su yo auténtico: caeríamos unos sobre otros si lo hiciéramos.

John Boyne
La casa del propósito especial
(Ediciones Salamandra, Barcelona, 2010)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Alguien debería, es cierto...

En los libros no aparecen las cosas del presente, sólo las del pasado y las del futuro. Ése es un gran defecto de los libros. Alguien debería inventar un libro que te dijera lo que está pasando en ese momento, mientras lees. Debe ser más difícil de escribir que los libros futuristas que adivinan el futuro. Por eso no existe. Y entonces hay que ir a investigar a la realidad...

Juan Pablo Villalobos
Fiesta en la madriguera
(Anagrama, Barcelona, 2010)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ninguna existe por su cuenta...

En el mundo las historias, todas las historias que se saben y se narran y se recuerdan, todas esas pequeñas historias que por alguna razón nos importan a los hombres y que van componiendo sin que uno se dé cuenta el temible fresco de la Gran Historia, se yuxtaponen, se tocan, se cruzan: ninguna existe por su cuenta.

Juan Gabriel Vázquez
Historia secreta de Costaguana
(Alfaguara, Bogotá, 2007)

lunes, 30 de agosto de 2010

Jamás en línea recta...

Los buenos versos son como las serpientes: jamás se mueven en línea recta...

Benjamín Prado
Romper una canción
(Editorial Aguilar, México, 2010)

viernes, 20 de agosto de 2010

No saben a otra cosa...

Las palabras que tan bien conocemos tienen significados de pesadilla en este país. Libertad, democracia, patriotismo, gobierno: todas saben a locura y asesinato.

Joseph Conrad
Nostromo
(Alianza Editorial, Madrid, 2008)

jueves, 19 de agosto de 2010

Las pinches memorias...

Y ora, ¿para qué andar con las memorias? De memorias no vive nadie, sólo el que no ha hecho nada. ¡Pinches memorias! Van siendo como la cruda...

Rafael Bernal
El complot mongol
(Editorial Joaquín Mortiz, México, 1995)

miércoles, 18 de agosto de 2010

Como los discos en la sinfonola...

Demolieron la escuela, [...] demolieron mi casa, demolieron la colonia Roma. Se acabó esa ciudad. Terminó aquel país. No hay memoria del México de aquellos años. Y a nadie le importa: de ese horror quién puede tener nostalgia. Todo pasó como pasan los discos en la sinfonola.

José Emilio Pacheco
Las batallas en el desierto
(Ediciones Era, México, 1981)

lunes, 16 de agosto de 2010

Peligros, abismos, terremotos, incendios...

La escritura no es una tarea para una persona 'sana', una persona sana es una persona que trabaja para acercarse a la vida, mientras que un escritor trabaja para acercarse a las profundidades de su obra, donde lo esperan peligros, terremotos, abismos, incendios.

Sándor Márai
Citado en El hilo negro
de Ramiro Aguirre
(La Zonámbula, Guadalajara, 2010)

sábado, 14 de agosto de 2010

Con el ojo crítico y relativo...

-El verdadero tema de una novela debería ser una definición de nuestro tiempo, [...] una imagen que nos explique nuestra situación en el mundo.

-Las grandes novelas parecen nacer puntualmente para corregir las idolatrías pretendidas por la filosofía, para mirar con el ojo crítico y relativo del hombre que ya no se considera el centro del universo.

-La novela del mañana será justamente la que menos estamos hoy en grado de prever.

Italo Calvino
Punto y aparte
Ensayos sobre literatura y sociedad
(Tusquets Editores, Barcelona, 1995)

viernes, 13 de agosto de 2010

Es que así suele ser y ni modo...

La vida se cobra muy duramente, Diego, nos merma en lo que creemos es nuestra única fuente de vitalidad: nuestro oficio.

Elena Poniatowska
Querido Diego, te abraza Quiela
(Ediciones Era, México, 1978)

jueves, 12 de agosto de 2010

No los descuidaron...

Se sabe que los nahuas aplicaban todos sus sentidos en sus relaciones sexuales. Por ello, no descuidaron ciertos órganos a los que llamaron los realizadores de nuestra voluntad, que no eran otros que los labios, la lengua, la voz y los dedos de las manos, con los que se auxiliaban para alcanzar la plenitud del orgasmo.

Eugenio Aguirre
Pecar como Dios manda
Historia sexual de los mexicanos I
(Planeta, México, 2010)

martes, 10 de agosto de 2010

Siempre ha sido suficiente...

¿Había sido Sandokán educado como musulmán? Obviamente no, ¿entonces? La vida lo había hecho un hereje, iconoclasta, agnóstico con unos restos del taoísmo que le administraron en la infancia: el camino, la perfección, el respeto por los antepasados. Había elaborado de manera inconsciente una especie de pentálogo que intentaba respetar: la venganza era sagrada y la violencia apetecible, la modernidad desconfiable, la inocencia inexistente, la naturaleza obedecible y digna de deferencia, los débiles, los lisiados, los enfermos, los niños, casi todas las mujeres, la mayoría de los ancianos: protegibles. Con eso como religión era suficiente.

Paco Ignacio Taibo II
El retorno de los Tigres de la Malasia
(Segunda parte, capítulo VIII)
[Planeta Internacional, México, 2010]

lunes, 9 de agosto de 2010

Feas y todo, sólo ahí...

No he sido feliz más que en las ciudades, esas urbes feas y sucias con casas atestadas de gente y esas calles, sofocantes en verano, por las que pasan cuerpos cansados y caras desconocidas...

Irène Némirovsky
El caso Kurílov
(Salamandra, Barcelona, 2010)

miércoles, 28 de julio de 2010

Todo cambia y todo olvida...

La conquista de la ciudad es algo que se logra muchas veces, con tozudez y mucho cansancio. Hay que conquistarla una y otra y otra vez, calle por calle, rumbo por rumbo, y no descuidarte porque en cosa de meses todo cambia y todo te olvida, y vuelves a llegar [...] como por primera vez, a preguntarte si en tal inmensidad habrá un lugarcito para ti.

José Joaquín Blanco
Se visten novias (somos insuperables)
(Ediciones Cal y Arena, México, 1993)

lunes, 26 de julio de 2010

El peso de lo que no se dice...

Esa pérdida también le estaba reservada a Ruma: sus hijos se convertirían en desconocidos, la evitarían. Y puesto que era hija suya quería protegerla de ello, tal como siempre había intentado protegerla de tantas cosas. Quería resguardarla del deterioro que inevitablemente se daba en el curso de un matrimonio, y de la conclusión que a veces temía que fuese cierta: que toda la empresa de tener una familia, de traer hijos a este mundo, por gratificante que pudiera llegar a ser a veces, era una causa perdida desde el principio.

Jhumpa Lahiri
Tierra desacostumbrada
(Ediciones Salamandra, Barcelona, 2010)

sábado, 24 de julio de 2010

Oscura, engañosa, voluble, necesaria...

Y, sin embargo, trabajamos, narramos historias, labramos la verdad y entretenemos así a un mundo necesitado en la oscura esperanza, casi en la confianza, de que la verdad y una forma alegre serán, sin duda, liberadoras para el alma y podrán disponer al mundo para una vida mejor, más bella y más acorde con el espíritu...

Thomas Mann
"Ensayo sobre Chéjov" (1954)
Citado por Marcel Reich-Ranicki
en Siete precursores: escritores del siglo XX
(Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 2003)

jueves, 22 de julio de 2010

Puertas y ventanas...

Conocer las costumbres de alguien y las personas con las que se relaciona es como conocer las puertas y ventanas de una casa, uno acaba viendo la forma de entrar...

Clara Sánchez
Lo que esconde tu nombre
(Ediciones Destino, México, 2010)

miércoles, 21 de julio de 2010

Póquer de aseveraciones...

-El arte es una taquigrafía humana para abreviar el saber; es un crisol, una fórmula algebraica, una tremenda condensación en el caso del gran arte de las galaxias de pensamientos, de verdades, de recuerdos, emociones, sucesos y experiencias, resumidas en diez versos de Macbeth, en seis compases en Bach, en un palmo de lienzo pintado por Rembrandt.

-Me gustaría ver aniquilada la idea de que el arte es una pseudociencia, de que basta con conocer el arte, de que el arte es cognoscible en el sentido en que lo es un circuito electrónico o un embrión de conejo.

-El valor específico que tiene el arte para el hombre estriba en que está más próximo a la realidad que la ciencia, en que no está dominado, al contrario que la ciencia, por la lógica y la razón; es por consiguiente y esencialmente una actividad liberadora, mientras que la ciencia -por causas tan necesarias como excelentes- es una actividad constrictiva. Por último, y tal vez sea lo más importante, es el mejor de los medios de comunicación entre los seres humanos, ya que es el más rico, el más complejo, el más fácil de comprender.

-El estilo distorsiona la realidad, pero esta distorsión es de hecho la herramienta más vital del arte, ya que mediante su empleo el artista se ve capacitado para expresar sus propios sentimientos y aspiraciones, o los de la comunidad a la que pertenece.

John Fowles
Áristos
(El Aleph Editores, Barcelona, 2004)

jueves, 15 de julio de 2010

Sana costumbre de ejercitarse...

¿Será verdad, como decían los viejos moralistas griegos y latinos, que la ebriedad es el gimnasio de la locura?

Pablo Soler Frost
La soldadesca ebria del emperador
Diario de Miguel III
(Editorial Jus, México, 2010)

martes, 13 de julio de 2010

La espiral sin fin...

Pero el placer de la carne no es una fuente de agua, sino una fuente de sed: cuanto más bebes menos te sacias, porque el cuerpo soliviantado por la satisfacción del deseo exige nuevos y mayores gozos en una espiral sin fin.

Enrique Serna
La sangre erguida
(Seix-Barral, México, 2010)

miércoles, 30 de junio de 2010

Las rarezas, el diablo y su carga...

Es raro que recomiende una novela actual. [...] En primer lugar, leo muy pocas. Las novelas las carga el diablo, y cada cual tiene sus gustos. No soy fiable en eso. [...] Por una parte, no estoy muy al tanto. Por la otra, no me gusta ser responsable de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo. Bastante tengo encima con lo mío...

Arturo Pérez-Reverte
Cuando éramos honrados mercenarios
Artículos 2005-2009
(Alfaguara, México, 2009)

jueves, 3 de junio de 2010

Aprender a llegar tarde...

Un talento se puede abrir a través del trabajo y un talento se puede agotar. Mi enseñanza es: llegar tarde, tarde a sí mismos, tarde a la gloria, tarde a los festivales.

Gottfried Benn
"Problemas de la lírica"
Revista Poesía y poética 24
(Universidad Iberoamericana, Invierno de 1996)

lunes, 31 de mayo de 2010

No sin ensordecer...

Habría que hablar de todo ello* de modo que el corazón se apriete y los cabellos se ericen sobre el cráneo. Pues hablar tal como se hace cotidianamente, hablar sin ensordecer, hablar sin el relieve con que Gogol y Dostoyevski describieron San Petersburgo, no sólo no tiene ningún sentido ni ninguna razón de ser, sino que sería vil y deshonesto.

Boris Pasternak
Yo recuerdo
(Editorial Andrés Bello, Chile, 1992)

* Aquí, por supuesto, Pasternak se refiere al mundo que "terminó" con la Revolución de 1917 en su país. Vale, sin embargo, para cualquiera; pues Yo recuerdo es un ensayo biográfico y la sentencia que se extrae del libro pertenece al epílogo, es decir, la parte final en la que da "cerrojazo" a cuanto ha relatado acerca de su vida hasta, más o menos, los años treinta... Por otra parte, sirva de recordatorio por los 50 años que de su muerte se cumplieron justo el día de ayer...

viernes, 28 de mayo de 2010

Cumplir cuarenta años...

Uno sabe que envejeció cuando aparecen lunares en las manos y nota que se volvió invisible para las mujeres.

Enrique Vila-Matas
Dublinesca
(Seix Barral, Barcelona, 2010)

lunes, 24 de mayo de 2010

No olvidar las entidades secretas...

Las cosas no son para ser dichas o entendidas en su totalidad, como quisieran hacérnoslo creer. Casi todo lo que ocurre es inexpresable y se cumple en una región donde jamás ha hollado palabra alguna. Y más inexpresables que nada son las obras de arte, esas entidades secretas en las que la vida no termina y que superan la nuestra, que pasa.

Rainer María Rilke
Cartas a un joven poeta
(Premiá, México, 1981)

viernes, 21 de mayo de 2010

Sólo lo bastante...

Yo creo que la verdad siempre es simple. Y lo es por fuerza. Tiene que ser lo bastante simple para que la entienda un niño. De lo contrario sería demasiado tarde. Cuando la comprendieras ya sería tarde.

Cormac McCarthy
No es país para viejos
(Random House Mondadori, Barcelona, 2008)

lunes, 17 de mayo de 2010

Conciencia y renuncia...

Odio escribir acerca de mi escritura porque no tengo nada que decir sobre ese tema. No tengo nada que decir porque no me acuerdo de lo que pasa mientras lo hago. Esos momentos son como pequeñas piezas fragmentadas de mi cerebro. No son momentos que haya vivido. Me acuerdo de los detalles de las habitaciones y de los sitios en los que he estado escribiendo, de las circunstancias, de otras cosas que hice antes y después, pero no del proceso en sí mismo. Escribir sobre escribir requiere ser consciente de ello; escribir requiere renunciar a esa conciencia.

Margaret Atwood
La maldición de Eva
(Lumen, Barcelona, 2006)

miércoles, 12 de mayo de 2010

No solamente en Harlem ni entonces...

El informe del forense, las fotografías, las huellas dactilares, los descubrimientos del laboratorio criminológico y, en suma, todos los aportes de las modernas técnicas de investigación, incluidas las teorías policiacas, eran por lo general inútiles para resolver crímenes en Harlem.

Chester Himes
El gran sueño de oro
(Bruguera, Barcelona, 1981)

lunes, 10 de mayo de 2010

Videncia, tiempo y misterio...

El misterio del poeta vidente reside, sobre todo, en la visión: ver con el ojo oculto de todos los tiempos. Quien ve todos los tiempos es quien ve el misterio. Y en eso no hay nada "misterioso".

Marina Tsvietáieva
Viva voz de vida
(Editorial Minúscula, Barcelona, 2008)

jueves, 6 de mayo de 2010

Hermoso perro perdido...

El perro

El poema no pide de comer. Come
los pobres platos que
gente sin vergüenza o pudor
le sirve en medio de la noche.
La palabra divina ya no existe. ¿Qué puede
hacer el poema, sino
contentarse con lo que le dan?
Después aullará por ahí
sin respuesta, será
otro perro perdido
en la ciudad impiadosa.

Juan Gelman
* En homenaje modesto por sus 80 años de edad...

martes, 4 de mayo de 2010

Como una serpiente...

Miró en su interior como si se asomara a un pozo profundo. Lo que allí vio le dio miedo. En el fondo, enroscada como una serpiente, estaba la pasión.

Isaac Bashevis Singer
El esclavo
(Ediciones B, Barcelona, 2005)

viernes, 23 de abril de 2010

martes, 20 de abril de 2010

Un átomo de los que resultan...

Un artista que triunfa es un artista incompleto. La misión del artista es vivir una vida completa: el éxito, como un mero episodio (que es cuanto puede ser); y el fracaso, como el desenlace real, final. La muerte, analizada en los átomos que de ella resultan, ¿qué es sino la reivindicación de un fracaso, el rechazo eterno a los poderes, los deseos, los apetitos que han supuesto un estorbo a lo largo de la vida? El más noble verso del poeta, la más grande escena del dramaturgo, versan siempre sobre la muerte; porque la suprema función del artista es reflejar la belleza del fracaso.

Oscar Wilde
*En la reconstrucción escrita de una conversación, por la pluma del escritor Laurence Housman. Citado en el libro Oscar Wilde en París (Tusquets, México, 2010), de Herbert Lottman.

sábado, 17 de abril de 2010

Del deber y necesidad de resistir...

Me resisto a quedarme sin dioses y sin mitos, igual que me resisto a quedarme sin música y sin amor. [...] Es muy plana y muy monótona una vida sin dioses y sin mitos. Uno necesita fe. Mitos vivos, o, al menos, que funcionen. Es decir, que me funcionen a mí. Porque yo sólo puedo hablar de mi fe.

Salvador Pániker
Cuaderno Amarillo
(Plaza & Janés Editores, Barcelona, 2000)

miércoles, 7 de abril de 2010

Para amantes de la literatura de viajes...

La buena literatura de viajes debe ser un medio para explorar la historia, el arte y la política de la manera más viva posible.

Robert D. Kaplan
Fantasmas Balcánicos
(Ediciones B, Barcelona, 2005)

lunes, 5 de abril de 2010

Lecciones para buscar la escritura...

-Imposible escribir algo coherente mirando la realidad, llena de imágenes, de fragmentos, la cabeza a punto de estallar, la dignidad, la identidad, que nos dan las palabras, cuando nuestra propia imagen está por los suelos.

-Una frase o una imagen siempre me han servido como una forma de derrotero en mi propia confusión o como una manera de protegerme de ciertos aspectos del mundo que me parecen inhóspitos.

-Ignoraba que escribir era más que una intención, que no podría escribir simplemente porque lo decidía sino porque esto se impondría en mí como una escritura en alto relieve sobre la piel de mi cuerpo.

-Nada me aburre más que contar una historia, nada me parece más aburrido que el mundo real o causal en todas sus acepciones. Sólo puedo escribir cuando siento que hay algo que va a aparecer en el camino, alguna dificultad concreta con el lenguaje que me dará ganas de continuar haciéndolo.

-En la literatura como en todo existen los fracasos oficiales y los fracasos privados. Los privados son los más dolorosos, porque nos confrontan con nuestra parte más vulnerable y nos desnudan frente a nosotros mismos.

-Tal vez si entendiese qué me sucede no escribiría, no tengo nada qué contar, pero necesito con todas mis fuerzas decir algo para no perderme definitivamente, en el fondo para no perder la razón y padecer un caos total en mi lenguaje, no saber existir.

-Es esa tensión entre la experiencia y las palabras que están dentro de mí, luchando por salir convertidas en una frase, que se produce la escritura, es una suerte de pelea constante. Y sin embargo no sé cómo consigo hacerlo.

Patricia de Souza
Ellos dos
(Editorial Jus, México, 2010)

martes, 30 de marzo de 2010

Otra "Erisipela del humo" recobrada...

Varia
Ricardo Solís

1.- Las posturas literarias se asumen y viven con la nada serena convicción de que son las verdaderas y únicas, de que habrán de guardarnos un nicho en la historiografía de la literatura, de que nada vale a su lado y quienes esgrimen otras no merecen respeto alguno pero sí la pira obscena de la burla y el escarnio.
2.- Los vicios de escritura pueden ser involuntarios, cierto, pero empobrecen (se quiera o no) los textos. No saber mirar a la distancia lo que producimos es un pecado que a nada condena salvo al superpoblado cementerio de la papelería insulsa. La redención, aquí, se parece mucho al asumir una condición poco menos que improbable: La honestidad de vernos lo más cerca posible de lo que somos. Pero sin vernos.
3.- Algunas sentencias memorables de Shakespeare, Nietszche, Swift o Celan han sido leídas con asombrosa imprecisión y han producido páginas y páginas de argumentaciones poco menos que ridículas. Nada nos garantiza indulgencias cuando leemos. Para todo lector, la visión del paraíso debe ser –creo– una habitación vacía.
4.- Sherezade debió ser la primera que intuyó las posibilidades del lenguaje para eternizarse a sí misma. Admitamos también que su miedo de morir y voluntad de sobrevivencia le salvan de toda soberbia y todo propósito meramente literario.
5.- Boris Pilniak, en un célebre relato, define como un zorro al escritor y determina que sus características serán siempre la inteligencia y la traición. Aunque no ignoro que todo escritor exhibe, a querer y no, rasgos de moralidad y compromiso, su problema será siempre cómo ligar esa condición con lo inevitable de traicionar. Claro que, la primera de todas las traiciones es, inevitablemente, para con uno mismo.
6.- Amante de la saturación y la digresión, devoto de lo disperso y lo repleto, cierto tipo de escritor se debate siempre entre sus preferencias de escritura y aquello que, de manera contundente, le prueba ser efectivo a pesar de no responder a las premisas que defiende. Sólo en el injusto medio se hace posible la escritura.

Publicado en El Imparcial / 1 de agosto de 2004

lunes, 29 de marzo de 2010

Texto de "Erisipela del humo", recobrado...

Carta sin rumbos
Ricardo Solís

Cuando era niño, si mal no recuerdo, las cosas me parecían como enfermas de sí mismas. La pingüica de la acera daba la impresión de no desear crecer. El árbol de mango del patio semejaba un doliente cargado de flores inútiles y, repleto de frutos, lucía como una fuente de dulces gotas pesadas.
La acera de mi cuadra figuraba una pizarra donde alguna vez dijimos el mundo con dibujos insuficientes. Un viejo tractor abandonado hizo (sólo para mí) de balcón para la suave brisa de un beso y una risa, otorgados. Las cosas eran un parecer. Yo veía y callaba.
Ahora sé que bien hicieron mis ancestros en callarse o limitar su voluntad a la voz o la música iletrada. Eligieron la verdad de lo breve que da testimonio su vida con simpleza y desmemoria, una forma de justicia que funda su contento en el desaparecer o el transformarse, porque aquello que se dice de algo que fue es por fuerza otra cosa.
Decidieron, mis lúcidos amores de un antes fotográfico, romper la gris cristalería de mi recuerdo con el humo de palabras que no alcanzan para su referencia. Ignoro nombres, cierto, pero me pueblan rostros, gestos, arrugas, labios, ojos (sobre todo los ojos), pies, vestidos, posturas y narices.
Y todo me da vueltas cuando escribo. Y todo es tan inútil que me río de mí por lo que digo y no me basta, por lo que callo y no me place. Y paso de ser yo a ser un payaso que se niega a aceptar que todo lo ha vencido.
Cuando era niño, seguramente, sabía más que hoy. Mis contaminantes eran otros. Gozaba la humedad, el fuego o el frío con la debida inocencia pero los conocía mejor. Podía conversar con las gallinas o mis perros, cantar a solas, llorar como si Dios oyera.
Dije una vez que mis herencias se habían cumplido todas, era falso, me resta aún el sano olvido a que obliga vivir para los otros que decida. Hasta hace poco pensaba que no sucedería. Pero hay ojos que vuelven y su peso es un asombro de horror y maravilla. Ahora están aquí. Me nombran. Y habrán de borrarme cuando quieran.

Publicado en El Imparcial / 27 de junio de 2004...