Pudibundez...

Sigue habiendo generaciones muertas que hacen libros pudibundos. Incluso jóvenes: libros encantadores, sin poso alguno, sin noche. Sin silencio. Dicho de otro modo: sin auténtico autor. Libros de un día, de entretenimiento, de viaje. Pero no libros que se incrusten en el pensamiento y que hablen del duelo profundo de toda vida, el lugar común de todo pensamiento.

Marguerite Duras

Escribir

(Tusquets Ed., México, 1996)

Fallas y escapes...

Después de todo, la memoria no es un acto voluntario, es algo que ocurre a pesar de uno mismo, y cuando todo cambia permanentemente, es inevitable que la mente falle, que los recuerdos se escapen.

Paul Auster

El país de las últimas cosas

(Anagrama, Barcelona, 1994)

Misteriosas...

No escribiré más sobre iluminaciones porque son muy misteriosas y porque yo no las entiendo más de lo que puedan entenderlas mis lectores. Me fascinan, eso es todo. No puedo explicarlas, sólo puedo decir que, en mi caso, sobrevienen después de meses o años de luchar con un libro y luego transcurren muchos más meses y años hasta que el trabajo está terminado.

Carson McCullers

Iluminación y fulgor nocturno

(Planeta/ Seix Barral, México, 2017)

La misma cosa...

Cuando se trata de pasión, da igual revolcarse en las delicias del paraíso o las brasas del infierno. Al hundirse en ella, el demonio impide reconocer la diferencia. ¡Para el que brinca furioso Dionisio y Hades son la misma cosa! El buen dios y el dios de la locura y muerte van de la mano. Vagar en la profunda oscuridad es al mismo tiempo gozar de ella...

Adriana Abdó

Apreciable señor Wittgenstein

(Planeta/ Tusquets, México, 2017)