No concibo fuerza alguna sin elegancia, voluntad alguna sin alegría o determinación alguna sin preocupación por una plenitud estética. El artista es una figura que me permite descansar del filósofo cuando éste se vuelve caricatura de sí mismo. (...) La filosofía huele a polvo y a menudo surge del arte de acomodar los restos o los viejos relieves dejados por religiones siniestras.
Michel Onfray
La escultura de sí: por una moral estética
(Errata Naturae Ediciones, Madrid, 2009)