domingo, 21 de octubre de 2018

Mendigo fabuloso...

El poema se inclina bajo la lluvia como si buscara en el pavimento de la banqueta una moneda extraviada. Se dobla, mendigo fabuloso, a la intemperie de noviembre.
   Sus palabras son los harapos que lo cubren; una lata vacía de sardinas es el título, medio oxidado.
   La lluvia cae, imparcial, sobre la frente del poema; en su margen izquierdo, empapado.

David Huerta
El ovillo y la brisa
(UAS/ Era, México, 2018)