-Lo que queda de un libro no son frases, ni citas, ni siquiera palabras, sino un gusto en la boca, una euforia particular, el trazo de un arco, el de una puerta mudéjar; a veces un malestar.
-Lo que debe buscarse en el texto, más que su realización formal, más que su logro a no importa qué nivel de lectura o de placer, es su fuerza de conexión, es decir, su capacidad de hacer pasar su energía, su intensidad a otros cuerpos, e incluso a otros textos.
Severo Sarduy
Antología
Edición y prólogo de Gustavo Guerrero
(FCE, México, 2000)