Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social descontento, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos. En vez de revolucionar bostezan y sienten que el destino les hizo trampa.
Los que madrugan por gusto son peores...
Jorge Ibargüengoitia
Sálvese quien pueda
(Joaquín Mortiz/ Planeta, México, 2018)