Lo bueno que tienen las guerras es que uno conoce mejor a las personas y a uno mismo. Andar en la cuerda floja entre la vida y la muerte, en obligado equilibrio, resulta una experiencia reveladora. El peligro nos desnuda. Uno se queda con lo mínimo, lo imprescindible...
Eliseo Alberto
Caracol Beach
(Alfaguara, Madrid, 1998)