Suavísima, Tú lo sabes, los culos masculinos son ridículos, aun en el caso de que pertenezcan a los dioses o los héroes pintados en los techos: siempre parecen el trasero de un macaco...
Antonella Cilento
Lisario o el placer infinito de las mujeres
(Alfaguara, México, 2015)