Si la historia existe de verdad es un gran río, o un pozo negro, al que van a parar innumerables corrientes de menos importancia y afluentes. En una dirección. A diferencia de las aguas residuales no puede retroceder. No puede "ponerse a prueba", no se puede "demostrar". Sencillamente es. Si las corrientes individuales se secan, el río desaparece. No hay un "río destino". No hay más que accidentes en el tiempo.
Joyce Carol Oates
La hija del sepulturero
(PRH/ Alfaguara, Mexico, 2014)