Nunca se han escrito buenos relatos históricos ni periodísticos sin una considerable empatía imaginativa con las personas sobre las que se escribe. Nuestros personajes son personas reales; pero los moldeamos como personajes, sirviéndonos de nuestra propia interpretación de su personalidad.
Timothy Garton Ash
Los hechos son subversivos
(Tusquets Editores, México, 2012)