miércoles, 24 de junio de 2015

Un misterio, un poder sin nombre...

En un mundo en el que reina la palabra, y hasta las maravillas más extrañas se nos ofrecen para una inmediata disección verbal, los olores suelen estar en la punta de la lengua, pero no más allá, y eso les da una suerte de distancia mágica, un misterio, un poder sin nombre, un aura sagrada.

Diane Ackerman
Una historia natural de los sentidos
(Ed. Anagrama/ Quinteto, Barcelona, 2009)