La escritura puede ser un acto solitario, pero presupone la solidaridad, ya que responde a la sociedad en que vivimos. Sea bueno o malo, el libro encaja, por decirlo de algún modo. Y da igual que el autor lo haya escrito por ambición, por venganza, por temor o por lo que sea; eso determina al autor, pero no al libro. Y escribir un libro es como cualquier otro proyecto: como construir una casa, asesinar al vecino, seducir a la mujer de tu mejor amigo, lo que sea.
El acto de escribir en sí no tiene nada de especial; su valor está determinado por los demás. Luego la gente habla de talento, pero el talento es sentarse a escribir.
Jean Paul Sartre
en
Conversaciones con Sartre
de John Gerassi
(Sexto Piso, Madrid, 2012)