Sé que camino por una senda muy estrecha que discurre entre la incertidumbre y la amenaza del desastre. No controlo mis movimientos. Sobre mi cabeza se abre el abismo del cielo, y nada impide mi caída, nada más que el intrincado laberinto de las estrellas.
Stef Penney
La ternura de los lobos
(Ediciones Salamandra, Barcelona, 2010)