miércoles, 26 de diciembre de 2007

Tres de Ionesco...

- (...) inclusive es a causa de la literatura por lo que ya no llego a comprender nada. Es como si al hacer literatura hubiese gastado todos los símbolos sin penetrarlos. Ya no me hablan de una forma viva. Las palabras han matado a las imágenes, o las ocultan. Una civilización de palabras, una civilización extraviada. Las palabras crean confusión. Las palabras no son la palabra.
- Que me exprese con rigor o sin él, que la metáfora sea justao inadecuada, arrastrada por un verbalismo confuso y delirante, no tiene importancia; de todas maneras, el espíritu profundo se pierde en las explicaciones. La experiencia profunda no tiene palabras. Cuanto más me explico, menos me comprendo. No todo es incomunicable por las palabras, desde luego, sino la verdad viva.
- La palabra no muestra. La palabra parlotea. La palabra es literaria. La palabra es una fuga. La palabra impide que hable el silencio. La palabra ensordece. En lugar de ser acción, consuela como puede de no actuar. La palabra gasta el pensamiento. Lo deteriora. El silencio es oro. La garantía de la palabra debe ser el silencio.

Eugène Ionesco
Diarios (Ed. Páginas de Espuma, Barcelona, 2006)
[Traducción: Marcelo Arroita-Jáuregui -1968-]