sábado, 18 de abril de 2009

To enjoy, laugh and think...

-La filosofía escruta la existencia pero no nos ayuda a existir. La religión nos enseña a despreciarnos.
-Sólo se puede ser un soñador o un tramposo, lo demás es retórica.
-El grueso de la novela es serrín y grumo. […] Para evitar que entierren la novela hay que sacarla de ese pomposo ataúd llamado literatura.
-[Para ser considerado un artista se debe] Ser un vividor. Un escritor es quien escribe, un pintor quien pinta, un vividor quien vive. Hoy a cualquiera se le llama artista. Un mandril de telenovela, un marica de museo, una puta de revista. Cualquiera que chille puede ser llamado artista. He conocido gente por ahí sin oficio alguno y sin embargo llena de una vitalidad extraordinaria, para mí son artistas. Fíjese que un escritor famoso con el tiempo puede degenerar en momia de eventos sociales o majareta de la tele. El artista en cambio no tiene opción, es un fracaso a prueba de eternidades. No sé que tan buen escritor haya sido Beckett, sé que era un artista. Si Botero es un artista mi verga es de oro puro. En cuanto a que llamen artista a un actor, cantante, etc., sí, lo son, en el mismo sentido en que lo es la mierda de perro.
-Lo increíble es cómo las palabras pueden imitar la sabiduría.
-Si yo digo que es una lástima el fin de las dictaduras en nuestros países, todos esos hijoputas librepensadores querrán sacarme los ojos. Sin embargo, ellos mismos como vacas sagradas del arte y el poder encarnan una infame dictadura y se complacen en ello.
-En el silencio no se sabe, hay que seguir
-Es mejor irse ardiendo que simplemente desvanecerse.
-Todos nosotros hacemos lo que se puede y lo que se puede es muy poco.
-La vida suele ser menos tortuosa y exasperante que la tele pero no acaba con una fiesta.
-El amor es un pacto entre olores, entre tipos de pus que intentan convivir.
-Por fortuna cuando las cosas van mal viene alguien y las empeora, ese es el único alivio.

Efraim Medina Reyes
Érase una vez el amor pero tuve que matarlo
(Editorial Planeta, Bogotá, 2003)