martes, 28 de abril de 2009

Por la fortuna de coincidir...

-No puedo aceptar algunas facetas del surrealismo, como sus extravagancias o la defensa de la escritura automática; no obstante, fue la única escuela poética –y, creo, la última en Europa– que buscaba la salud espiritual y que reaccionó ante la corriente racionalista que se había apoderado de los mejores cerebros de Occidente.
-No soy cristiano en la significación austera de la palabra, sino que me inclino por la preocupación cristiana de la purificación del mundo de los sentidos.
-Creo que la poesía, en determinado nivel de riqueza, no es ni optimista ni pesimista. Representa más bien una tercera posición del espíritu, donde los opuestos dejan de existir. […] no es buena ni mala. Simplemente es.

Odysseas Elytis
(En entrevista con Ivar Ivask, 1975)