miércoles, 28 de enero de 2009

Nota sobre Isaac...

Pocas maneras tan bellas y sencillas para referirse con admiración a un autor como la que emplea Caludio Magris para relatar su primer encuentro y conversación con Isaac Bashevis Singer. El escritor triestino cuenta que, al responder a sus preguntas, a Singer "se le escapaba el sentido de lo que había escrito" (Wittgenstein hubiera dicho que escribía no con la cabeza sino con la mano, que no siempre sabe lo que sucede cuando traza mundos sobre el papel) y, ante sus críticas a sus novelas, no entendió sus objeciones y sólo respondió que él escribía "lo que en ese momento le gustaba". Finalmente, a Magris no le quedó sino aceptar que -aunque se reconocía "más inteligente" que el narrador de origen polaco que años después de ese encuentro recibiría el Premio Nobel de Literatura- Singer, lejos de ser "un intelectual", era un auténtico "genio" que, como pocos, consigue expresar "el carácter absoluto de cada momento significativo de la vida". No se necesita añadir que Magris no es precisamente un mal lector y que -buscando ser breve- bastaría que el interesado probable se asomara ya sea a Satán en Goray o esa joya que es El mago de Lublin, dos de sus mejores novelas...