viernes, 16 de enero de 2009

La abstracta verdad

-La literatura es, en realidad, uno de esos nobles lujos que todo Estado bien gobernado debería de extender a todos; e inlcuso debería ser mirada como una necesidad en el más noble sentido de la palabra. Pero se trata de un lujo en el evidente sentido de que el ser humano se puede pasar sin él y seguir siendo tolerablemente humano e incluso tolerablemente feliz.

-Toda persona sana debe de alimentarse tanto de ficción como de realidad, en algún momento de su vida; porque la realidad es una cosa que el mundo le da, mientras que la ficción es algo que ella da al mundo. No tiene nada que ver con que el hombre sepa escribir, y ni siquiera con que sepa leer.

-Para que un libro sea un libro en el que se pueda vivir (lo mismo que la casa en que se vive) es preciso que esté un poco desaliñado.

-... a mi parecer, existe la abstracta verdad de que toda aquella literatura que presente nuestra vida como peligrosa y sorprendente es siempre más verdadera que aquella otra literatura que nos la haga ver languidecente y llena de dudas. Porque la vida es una lucha y no una conversación.

-... si el alma puede satisfacerse con la verdad, la encontrará como un relato particular, positivo y personal.

-La ociosidad no es un vicio, sino más bien la expresión de la antigua palabra chauceriana idlesse. Es un placer y constituye casi una virtud. En su verdadera acepción, es tener tiempo disponible. No es entretenerse con cosas baladíes, sino tener una visión de las innumerables cosas importantes que existen en el Universo y que son en sí mismas más importantes que el pan y el queso.

Gilbert K. Chesterton
Ensayos
(Editorial Porrúa, México, 1997)