Aunque la transparencia azul del verano aún pende sobre la tierra, aunque aún hace calor y el cielo resplandece aún sobre nuestras cabezas, con eso y con todo, cerca del atardecer se percibe una nueva tibieza: de noche llega una cierta brisa que trae consigo el aroma de las nubes. Y a medida que las hojas empiezan a enrojecer, asimismo se torna el mar un punto más azul, la tierra algo más ocre, hasta las colinas más lejanas se diría que están más lejos aún.
Amos Oz
La bicicleta de Sumji
(DeBolsillo/ Siruela, México, 2017)