jueves, 8 de noviembre de 2012

No nos dejan en paz...

Pero el desierto acostumbra permanecer dentro de uno, por mucho que el cuerpo haya partido; las historias del desierto, una vez que encuentran un punto de apoyo en nuestra memoria, no nos dejan en paz, jamás volverán, en cierta forma, a dejarnos en paz.

Ariel Dorfman
Memorias del desierto
(Editorial del Nuevo Extremo, Buenos Aires, 2005)