miércoles, 3 de febrero de 2010

Sin más patria...

Sólo quien la haya padecido, sabe qué vale. Cuánta noche exhaustiva, cuánto veneno en la pena del exilio. Hay que amar, de pronto, un calabozo expuesto, urdir planes que no llevan a nada, ni siquiera al hastío de la casa verbal. Nadie me despertará jamás de este contrapaso, del aura fosca que adviene cada vez. Ni con ambas las manos cual pájaro tamaño que curase la fiebre. He de morir así, sin más patria que esta versión del deseo, sin más promesa que su incumplimiento.

María Negroni
La boca del infierno
(Mantis Editores, Guadalajara, 2009)