martes, 8 de enero de 2008

De nuevo (con leves cambios)

Soy la nula, espesa sombra que proyecta el escarnio sobre la piel... Soy (apenas) en esa oscura zona del silencio y me sumerjo en el agua de las horas como un pez sin ojos... Soy la delación, la obsolescencia, el óxido febril de las palabras burdas, la lumbre diminuta en el instante pasado, la fiel maceración del mundo que se mira en un espejo pequeño... Soy lo que no digo que soy... Y aún así, miento... La verdad es la chaqueta incómoda que a mis espaldas murmura una combinación de colores que siempre, sin importar lo que haga, me van mal... Y no es crimen desear la muerte, más bien parece un lujo (al menos del modo como la quiero, el tipo de deceso que busco, tan a veces)...
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(Los viejos textos confirman que hay instantes que regresan sólo para semejar aquello que es un peligro pasar por alto... Ganarse días vacíos y recordarlos es merecer una doble vergüenza)