1) La escritura, por ejemplo, es una actividad que depende de las palabras como material. Puede sentirse que importa lo que ellas "dicen", pero mucho más decisiva es la energía alcanzada en el campo o sistema que contribuyen a crear.
2) Decir cosas -y decirlas con una articulación que imprima un carácter físico a las palabras en que se han convertido-, ésa es la maravilla.
3) Todo, Dios en particular, se vuelve trivial si tratas de singularizar el contenido propuesto en el mundo aparente, esa variada pluralidad en la que nos movemos dificultosamente, sin tener la clave de lo que significa más allá de los "significados" que le damos...
Robert Creeley
Lo creativo y otros ensayos