miércoles, 25 de noviembre de 2015

Irrecuperables e insuperables...

La felicidad y el pavor de la niñez son tan irrecuperables como insuperables. Somos carne y hueso de esa huida y de ese retorno del miedo total y de la despreocupación inocente.

Mauricio Tenorio Trillo
El urbanista
(FCE, México, 2004)