viernes, 14 de agosto de 2015

Discurso maléfico y demonios...

La crítica es útil porque nunca nos convence pero casi siempre nos impresiona: nos moviliza. Al dejarnos insatisfechos y sorprendidos, los críticos nos obligan a volver a los autores para reconstruirlos después de la cirugía que ellos les han infligido. El crítico es un agitador cuyo discurso maléfico nos hace regresar a demonios que ya teníamos en reposo.

Heriberto Yépez
Sobre la impura esencia de la crítica
(CONACULTA/ CECUT, Tijuana, 2007)