Dos días antes de morir comió sopa, tallarines, huevos fritos, arroz, bistec, frijoles, salsa de chile piquín, fruta y café. Además, media copa de vino, pulque y jerez. Por la noche bebió una copa de rompope.
Sandra Molina/ Alejandro Rosas
Érase una vez México 2
(Editorial Planeta, México, 2014)