domingo, 22 de junio de 2014

Sin ocio simplemente no se puede...

El tiempo que uno pierde, dispersándose entre tantas cosas, es el tiempo que uno gana. La poesía es siempre el recobrado tiempo perdido del ocio creativo. Sin ocio no hay poesía. Sin no hacer nada el primer verso nunca llega, o llega deformado por el ruido de la laboriosidad inútil. Como bien se sabe: sólo cuenta el primer verso, donado por los dioses. El resto implica un trabajo de los mil demonios.

Juan Gustavo Cobo Borda
en El hacedor y las palabras
Diálogos con poetas de América Latina
Entrevistas de Miguel Ángel Zapata
(FCE, Perú, 2005)