domingo, 29 de junio de 2014

Eso de llegar tarde siempre...

Pero somos tan malos testigos, tan débiles. No queremos sentir el dolor. Y como cerramos los ojos, tampoco alcanzamos a ver el atisbo de luz de aquello que pudo haber sido diferente. (...) Como testigos, siempre llegamos tarde, después del desastre, una vez que la historia ya sucedió.

Marina Azahua
Retrato involuntario
El acto fotográfico como forma de violencia
(Tusquets Editores, México, 2014)