lunes, 4 de mayo de 2009

Diez años de extrañar al viejo chingón...

Hoy día hace diez años ya que falleció uno de los mejores narradores que vio nacer este país, Ricardo Garibay. Para quien haya sido alguna vez espectador de su programa televisivo o dentro de un aula, o haya recogido -sin darse cuenta- los frutos de su franca enseñanza, curtida de altisonancia e irreverencia, sabrá en estos momentos lo mucho que se perdió con su partida. Poco importa el sitial de incomprensión o la ñoñería de quienes le desprecian o ignoran, muchos de sus libros tendrán espacio de honor en más de una biblioteca personal (de seguro, en las mejores). Es aquí que no me duele decir que lo extraño. Salud, siempre. Por uno de esos pocos que merecen el título de 'maestro'.