sábado, 14 de febrero de 2009

Desde otro punto, lo luctuoso...

Para sumar un detalle más a la siempre apremiante necesidad de “recuperar” la palabra de quien –como Cortázar– detuvo la mirada en incontables asuntos y tópicos, no está de más recordar que el autor de Rayuela en alguna ocasión (una Conferencia Mundial que acerca del tema organizó la UNESCO en nuestro país, en 1982) se refirió a las políticas culturales: “Desde siempre, toda política, como latencia casi universal de la voluntad de poderío, sólo acepta y apoya una cultura que favorezca sus fines, ya sea una parte de la propia cultura nacional o de alguna otra análoga y por tanto conveniente. Lo que traba los mecanismos y las finalidades del poder, es denunciado y combatido como formas negativas de la cultura. Llevar el debate a la esfera de la política (aunque sólo sea platónicamente, pero Platón sigue teniendo una inmensa fuerza en el campo del espíritu), parecería una de las condiciones básicas para que las políticas de la cultura alcanzaran alguna vez su plena eficacia”. Y, cabe decir, en el contexto actual, recordar palabras como éstas es -creo- preciso y (más que) necesario...