lunes, 15 de diciembre de 2008

Huesos y carne: tres venablos...

- ...la naturaleza de la narrativa está determinada en gran medida por la naturaleza de nuestro sistema perceptivo. El principio del conocimiento humano se da a través de los sentidos, y el novelista empieza donde empieza la percepción humana. El escritor atrae por medio de los sentidos, y no se puede atraer a los sentidos con abstracciones. Para la mayoría de la gente es mucho más fácil expresar una idea abstracta que describir un objeto que está viendo realmente. Pero el mundo del novelista está lleno de materia, que es lo que los novelistas que empiezan están poco dispuestos a tratar. Están interesados principalmente en las ideas abstractas y en las emociones. Tienen tendencia a ser reformadores, y a querer escribir porque están obsesionados, no por una historia, sino por los huesos sin carne de algún concepto abstracto. Son concientes de los problemas, no de las personas; de las preguntas y de las cuestiones, no de la estructura de la existencia; de historias y de todo lo que tenga un sabor sociológico, en lugar de todos esos detalles concretos de la vida que hacen real el misterio de nuestra situación en la Tierra.

-El hecho es que los materiales del novelista son los más humildes. La narrativa trata de todo lo humano, y estamos hechos de polvo; y, si desprecias cubrirte de polvo, entonces no debes intentar escribir una obra narrativa.

-Dondequiera que voy me preguntan si creo que las universidades ahogan a los escritores. Mi opinión es que no ahogan a los suficientes. Hay muchos éxitos de librería que un buen profesor podía haber evitado. La idea de ser escritor atrae a mucha gente inútil, a ésos que están sólo cargados de sentimientos poéticos o que tienen mucha sensibilidad.

Flannery O'Connor
"Naturaleza y finalidad de la narrativa"
El negro artificial y otros escritos
(Ediciones Encuentro / Jus, México, 2005)