En nuestro país matar a un hombre --o a una mujer, o a una criatura-- era igual de fácil que pasar una página del periódico de la mañana. Sólo hacían falta una excusa y un instrumento, y esas dos cosas las tenía demasiada gente de todos los bandos.
Viet Thanh Nguyen
El simpatizante
(Seix Barral, México, 2017)