sábado, 20 de julio de 2019

Está bien...

Ningún viajero vuelve al lugar de donde se fue. Las ciudades cambian no menos que los individuos. Y no solo las ciudades; las sociedades, los países todos, al margen de cataclismos políticos o económicos, se transforman sin cesar y los recuerdos están fechados como los alimentos en cuyo envase puede leerse la fecha de vencimiento. Algo subsiste, sí, pero escondido en repliegues y rincones adonde no llega la luz enceguecedora de la actualidad. Y está bien que así sea. Cuando no estemos para reconocer esa huella, esta se desvanecerá.

Edgardo Cozarinsky
En ausencia de guerra
(Tusquets Editores, México, 2015)