La represión, como sabemos, puede ser buena para el lenguaje. Suele ser una ventaja no poder decir lo que queremos decir. Podríamos tener que recurrir a la fábula o la parábola, algún tipo de expresión indirecta. Podríamos tener que ser ingeniosos.
Stephen Dunn
Historia de mi silencio
Memorias y ensayos sobre poesía
(Tedium Vitae/ Página 6, Zapopan, 2017)