Cada mañana el escritor célebre se encierra en el baño, observa con detalle las partes de su vida y toma alguna que le parece interesante para alinearla más tarde entre los tipos de su máquina de escribir: un recuerdo de infancia como aperitivo, algún complejo psicológico por allá, por aquí un cierto flujo de consciencia preadolescente que había dado por perdido.
Ignacio Padilla
Inéditos y extraviados
(Ed. Océano, México, 2016)