miércoles, 17 de febrero de 2016

Ambición y tenacidad...

Salinger también poseía (o había desarrollado) una notable tenacidad profesional que lo acompañó a lo largo de su carrera. Nunca permitió que las dudas diluyeran su ambición. Pocos rasgos habrían podido ser más valiosos para él. (...) Salinger tenía ciertamente mucha confianza en sí mismo; pero en las ocasiones en que esta se agotaba era la ambición la que lo mantenía en marcha.

Kenneth Slawenski
J. D. Salinger: una vida oculta
(Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores, Barcelona, 2010)