martes, 27 de enero de 2015

Gigantes, rutinarios, esenciales...

Hay una paradoja en el hecho de que los padres puedan ser a la vez los seres más próximos y los más enigmáticos, cubiertos como están por el velo de su centralidad inalcanzable. No podemos penetrar en ellos, son nuestros dioses cotidianos, gigantescos en la primera edad, rutinarios en la intermedia, nuevamente esenciales al final de la vida.

Héctor Aguilar Camín
Adiós a los padres
(Penguin Random House, México, 2014)