En realidad, padre Luciani, nosotros, desde el más ínfimo hasta el colosal, sólo dimos nuestra versión del infierno, en cada poema, cuento, o novela, en cada oda, égloga o elegía, sainete o drama o tragedia. Aunque tratáramos de la alegría y del amor (y sobre todo si tratábamos de ellos) sólo revelábamos nuestro infierno.
Evelio Rosero
Plegaria por un papa envenenado
(Tusquets Editores, México, 2014)