Dada odiaba los oficios. Ahora bien, en nuestros días, el espíritu moderno se comercializa y el arte moderno, al servicio de la moda, vuelve a ser un oficio, y seguro.
(...)
No se podía, históricamente, ignorar a Dada. No se puede hoy disecarlo, es mejor morir joven que embrutecerse y terminar en un academicismo tan detestable como aquel que se ha atacado. (...) Todo anti-arte se vuelve convencionalismo. Dada nos protege de eso.
Georges Hugnet
La aventura Dada
(Ediciones Júcar, Madrid, 1973)