jueves, 4 de octubre de 2012

Travesía al centro de lo real...

Escribir es una voracidad, una sobreabundancia, un desgaste que presupone y engendra vida. Si la enfermedad es desorden y la escritura organización articulada ¿cómo explicar la pródiga intensidad que empieza a habitar en las palabras después de una aventura abismática con el padecimiento y de una recuperación? Así como el dolor, aun el más inofensivo, nos vuelve conscientes de aquella parte del cuerpo que, al doler, existe, la enfermedad puede ser una travesía hacia el centro de lo real...

Julieta Campos
Cuadernos de viaje
(Alfaguara, México, 2008)