lunes, 31 de mayo de 2010

No sin ensordecer...

Habría que hablar de todo ello* de modo que el corazón se apriete y los cabellos se ericen sobre el cráneo. Pues hablar tal como se hace cotidianamente, hablar sin ensordecer, hablar sin el relieve con que Gogol y Dostoyevski describieron San Petersburgo, no sólo no tiene ningún sentido ni ninguna razón de ser, sino que sería vil y deshonesto.

Boris Pasternak
Yo recuerdo
(Editorial Andrés Bello, Chile, 1992)

* Aquí, por supuesto, Pasternak se refiere al mundo que "terminó" con la Revolución de 1917 en su país. Vale, sin embargo, para cualquiera; pues Yo recuerdo es un ensayo biográfico y la sentencia que se extrae del libro pertenece al epílogo, es decir, la parte final en la que da "cerrojazo" a cuanto ha relatado acerca de su vida hasta, más o menos, los años treinta... Por otra parte, sirva de recordatorio por los 50 años que de su muerte se cumplieron justo el día de ayer...

viernes, 28 de mayo de 2010

Cumplir cuarenta años...

Uno sabe que envejeció cuando aparecen lunares en las manos y nota que se volvió invisible para las mujeres.

Enrique Vila-Matas
Dublinesca
(Seix Barral, Barcelona, 2010)

lunes, 24 de mayo de 2010

No olvidar las entidades secretas...

Las cosas no son para ser dichas o entendidas en su totalidad, como quisieran hacérnoslo creer. Casi todo lo que ocurre es inexpresable y se cumple en una región donde jamás ha hollado palabra alguna. Y más inexpresables que nada son las obras de arte, esas entidades secretas en las que la vida no termina y que superan la nuestra, que pasa.

Rainer María Rilke
Cartas a un joven poeta
(Premiá, México, 1981)

viernes, 21 de mayo de 2010

Sólo lo bastante...

Yo creo que la verdad siempre es simple. Y lo es por fuerza. Tiene que ser lo bastante simple para que la entienda un niño. De lo contrario sería demasiado tarde. Cuando la comprendieras ya sería tarde.

Cormac McCarthy
No es país para viejos
(Random House Mondadori, Barcelona, 2008)

lunes, 17 de mayo de 2010

Conciencia y renuncia...

Odio escribir acerca de mi escritura porque no tengo nada que decir sobre ese tema. No tengo nada que decir porque no me acuerdo de lo que pasa mientras lo hago. Esos momentos son como pequeñas piezas fragmentadas de mi cerebro. No son momentos que haya vivido. Me acuerdo de los detalles de las habitaciones y de los sitios en los que he estado escribiendo, de las circunstancias, de otras cosas que hice antes y después, pero no del proceso en sí mismo. Escribir sobre escribir requiere ser consciente de ello; escribir requiere renunciar a esa conciencia.

Margaret Atwood
La maldición de Eva
(Lumen, Barcelona, 2006)

miércoles, 12 de mayo de 2010

No solamente en Harlem ni entonces...

El informe del forense, las fotografías, las huellas dactilares, los descubrimientos del laboratorio criminológico y, en suma, todos los aportes de las modernas técnicas de investigación, incluidas las teorías policiacas, eran por lo general inútiles para resolver crímenes en Harlem.

Chester Himes
El gran sueño de oro
(Bruguera, Barcelona, 1981)

lunes, 10 de mayo de 2010

Videncia, tiempo y misterio...

El misterio del poeta vidente reside, sobre todo, en la visión: ver con el ojo oculto de todos los tiempos. Quien ve todos los tiempos es quien ve el misterio. Y en eso no hay nada "misterioso".

Marina Tsvietáieva
Viva voz de vida
(Editorial Minúscula, Barcelona, 2008)

jueves, 6 de mayo de 2010

Hermoso perro perdido...

El perro

El poema no pide de comer. Come
los pobres platos que
gente sin vergüenza o pudor
le sirve en medio de la noche.
La palabra divina ya no existe. ¿Qué puede
hacer el poema, sino
contentarse con lo que le dan?
Después aullará por ahí
sin respuesta, será
otro perro perdido
en la ciudad impiadosa.

Juan Gelman
* En homenaje modesto por sus 80 años de edad...

martes, 4 de mayo de 2010

Como una serpiente...

Miró en su interior como si se asomara a un pozo profundo. Lo que allí vio le dio miedo. En el fondo, enroscada como una serpiente, estaba la pasión.

Isaac Bashevis Singer
El esclavo
(Ediciones B, Barcelona, 2005)